martes, 4 de agosto de 2015

EL BANDOLERISMO EN ANDALUCÍA: "EL TEMPRANILLO" (1805-1833).

    José María Hinojosa Cobacho, "El Tempranillo", también llamado "el rey de Sierra Morena" o "el bandido bueno", ha sido uno de los bandoleros más conocidos de la España del siglo XIX.
    Nació en Jauja, pedanía de Lucena (Córdoba) en 1805, y desde muy niño trabajó como jornalero al servicio de un terrateniente de la zona, conociendo desde muy pequeño las desigualdades sociales y las injusticias a las que los ricos y poderosos señoritos sometían a la mayor parte del pueblo, sobre todo a campesinos y jornaleros.
    Su apodo "El Tempranillo" le viene porque se enroló como bandolero con tan solo 15 años, edad a la que parece ser que mató a un hombre en la Romería de San Miguel. Las causas del asesinato no se saben a ciencia cierta, aunque hay varias teorías. Lo que sí estaba claro es que debió huir porque la pena por asesinato era la horca.
   En sus primeros años como bandolero perteneció a las cuadrillas de "Los Siete Niños de Écija" y de Don Miguelito Caparrota, pero a sus 22 años ya era una leyenda y era conocido en España entera como modelo de bandolero valiente, inteligente, generoso y atractivo.
    De su aspecto físico, tenemos una descripción en una orden de captura dictada contra él en febrero de 1830 decía: "el tal Tempranillo es hombre de una estatura de cinco pies escasos, grueso y moreno. Tiene el labio superior un poco levantado y es alegre de cara". 
     Triunfó en todas sus empresas y siempre escapó de la acción de la justicia aprovechando su sobresaliente conocimiento del terreno, y a que era secundado por una cuadrilla de hombres que destacaban por audacia y valentía.
     Su fama fue creciendo, no solo por su sus hazañas, sino también porque fueron muchos los viajeros que escribieron y hablaron sobre el "Tempranillo". Bernaldo de Quirós dijo: "José María es el gran inventor de la criminología del campo andaluz, estableciendo una evolución más refinada del bandolerismo. Procuraba eludir la violencia implantando la costumbre del tributo exigido al viajero de una forma casi cortés, ofreciéndole, en un caprichoso intercambio, la salvaguarda de su fuerza y su influencia para preservarle de las asechanzas de los demás bandidos de menor envergadura que pululaban por la tierra andaluza". Merimée, en La Revista de París, escribió sobre "El Tempranillo": "cuando detenía una diligencia hasta daba la mano gentilmente a las señoras para que bajaran, cuidando incluso de que pudieran sentarse en el mayor confort a la sombra. Sus cumplidos no tenían par: "iAh!, señora -sustrayendo la sortija del dedo de una mujer-, una mano tan bonita, no necesita adornos. Y al mismo tiempo que desliza la sortija a lo largo del dedo, besará la mano con un ademán capaz de hacer creer, según la expresión de una señora española, que el beso tiene para él más precio que la sortija. La sortija la toma como por distracción, pero el beso se prolongará cuanto pueda. Otro escritor francés, el barón Davillier, escribiría treinta años después de la muerte del "Tempranillo": "era el auténtico modelo de bandido cortés y caballeroso''. Incluso el popular y tristemente desaparecido cantautor andaluz Carlos Cano entonaba estas coplas: !Qué maravilla, quinientos migueletes y no lo pillan. Lo buscan por Lucena y está en Sevilla! !Quién lo diría que un Rey manda en España! !Quién lo diría, cuando en la sierra manda José María!
     Su fama llegó incluso a oídos de la Corte. La simpatía que profesaba el pueblo al bandolero era tal que el propio Rey Fernando VII llegó a la conclusión de que no había modo de acabar por la fuerza con "el Tempranillo". Así que ese mismo año de 1832 el monarca no sólo concedió el indulto al "Tempranillo" sino que le propuso crear, en unión de quienes le habían acompañado en sus fechorías, un escuadrón de caballería al que denominó "Franco de Protección y Seguridad Pública de Andalucía". José María, cansado de vagar por la serranía con temores y recelos, acepta, convirtiéndose en comandante de este grupo, pasando José María a perseguir a los que antes eran sus compañeros.
    Tras un año de labor de defensa de diligencias, pasando un día por Despeñaperros se encontró con el bandido conocido como “El Barberillo”, tras instarlo a que no perpetrase el atraco, el bandido no lo tuvo en cuenta y acabó con su vida de un disparo.
    Otra versión nos sitúa a José María al mando de un escuadrón de caballería en busca del “Barberillo”, al cual va a buscar a un cortijo conocido; allí el cortijero asustado le da su escopeta y lo sitúa en el tejado donde tras llegar José María éste le espera para herirlo gravemente, llevado José María a Alameda, allí morirá tras dejar escrito su testamento.
   De José María “El Tempranillo” nos quedan multitud de leyendas en alusión al más famoso bandolero de toda Andalucía, bañada por un halo permanente de romanticismo, siendo uno de estos personajes venidos del norte de los Pirineos quien nos legó el único retrato oficial del bandolero fechado en 1832.

Enlaces:

- Museo del Bandolero: http://www.museobandolero.com/jose-maria-hinojosa-tempranillo.htm
- Wikipedia: José María "El Tempranillo".

Videos:

- La vida de José María el Tempranillo. La Rosa de los Vientos. J.A. Cebrián. (32 min)
   


Turismo: 

- La Ruta del Tempranillo. http://www.rutadeltempranillo.es/

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